Que nadie sea la razón de tu existir.

Que nadie sea la razón de tu existir.
Cuando alguien es la razón de tu existir, pones todo el peso de tu existencia sobre esa persona. Es decir que esa persona además de sostener su propia existencia tiene que sostener la tuya, y esto funciona muy inconscientemente. Poner en el otro nuestra vida genera presión en la vida del otro. Los padres suelen hacer esto con sus hijos, cuando dicen que ellos son la razón de su vida. Lo cual, por más que suene bonito, no es muy maduro. Cada quién tiene que sostener su propia vida y nadie tiene que ser el responsable de tener sobre sus espaldas tal elemento que actúa desde el inconsciente. Es necesario comenzar a darnos cuenta lo que provocamos con nuestros aparentes inocentes conceptos y comenzar a asumir nuestra propia existencia más allá de nuestros hijos, pareja o quién sea. Cada uno merece ser libre de tal carga. Empecemos a aliviarnos asumiendo que no estamos aquí por el otro Sino con ese otro. De esta manera es distinta la relación que crearé. Tu eres el sostén de tu propia vida. De esto se trata la madurez.
Cristian Vera Godoy

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