¿Cuando se acabará este aprender y aprender de los conflictoS?

¿Cuando se acabará este aprender y aprender de los conflictoS? Cuando dejemos de ver el mundo con parámetros del pasado, porque en el pasado nunca transcurrió la vida sin conflicto. Sólo depojándote de tus lentes color pasado, podrás empezar a ver el mundo de un modo diferente, donde las respuestas te encontrarán porque estarás más predispuesto. Todo lo que te molesta y agota en este mundo, te ayuda a tomar contacto con ese lente desde el cual miras, y sólo tomando contacto con esos lentes te los podrás quitar. Ni la política, ni la religión nunca dieron respuestas a un mundo sufriente, sólo han trasladado de sitio el paraíso, haciéndolo inalcanzable. O alcanzable sólo con la muerte. Si han puesto el paraíso en el cielo, por decantación se ha determinado otra experiencia para la tierra, haciendo de la visión del mundo una visión pecadora y miserable. Así es imposible que construyamos algo mejor, porque solo esperamos a morir para descansar en paz. El pasado ya no tiene las respuestas, sólo tiene el combustible, ¿No crees que tanto conflicto ya fue suficiente? Es hora de transformar la mirada y animarnos a ver más allá de todo lo aprendido. Lo que sucede es, que para muchos, es todo un drama soltar las viejas perspectivas porque hieren sus identidades construidas en base a culpas instaladas y programadas de un modo perverso. Con promesas de cielo entregan una tierra miserable, porque ese es el mensaje, consideramos a la tierra un valle de lágrimas y desde esas concepciones construimos nuestras realidades, ¿Qué más podríamos construir si además creemos nacer manchados?. Tan ciego estaba! Empezar a entender la lógica de todo me dio un gran oxígeno. Es posible otra forma de existencia. Pero no puede construirse con bases del pasado. El pasado solo te dará las claves para que veas desde donde vivías, y te encuentres con todo aquello que está listo para ser desarticulado. Llegó la hora de una nueva versión. Allá vamos con los pies más pegados a la tierra, en una recreación constante de la existencia.
Cristian Vera Godoy