Flores de Bach: mímulus para el sentimiento de inferioridad

Mimulus es una persona muy emocional, excepcionalmente sensible, que verdaderamente necesita y quiere relacionarse afectivamente con sus semejantes. El problema es que anticipa y da por seguro la desaprobación, la evaluación negativa de los demás. Se considera absolutamente inadecuado, inepto, incapaz e inferior a los otros.

Mimulus experimenta un gran temor a la humillación, al desprecio: "en cuanto me conozcan un poco se darán cuenta de cómo soy. Mejor será no decir ni mostrar nada". Bajo este prisma, el contacto con la gente genera una gran ansiedad que puede incluso precipitar en una fobia social.

Mimulus se mantiene en una hipervigilancia constante, ya que los demás "lo observan" y están seguramente "detectando sus defectos y miserias". Ni que decir tiene que este estado de alerta constante, de desconfianza permanente, agota y fomenta la falta de concentración de nuestro amigo, en una incesante búsqueda de seguridad, de garantías. Como quiera que sea se trata de una batalla perdida de antemano: la vida así como los electrodomésticos no tiene garantía ilimitada y universal.

La conclusión de este drama es la evitación. La retracción activa, (o aislamiento) que adopta Mimulus. Así, evitando las situaciones que le generan ansiedad podrá sentirse más seguro, o al menos nadie podrá humillarlo. Claro que la soledad viene de la mano de la tristeza y la frustración se consolida. Puede que le alivie algo el inventar fantasías en las que es una persona amada, popular, altruista (incluso beatífica) idolatrada por la sociedad. O bien un justiciero abanderado de los más débiles. Detrás de todo Mimulus puede haber bastante rabia y resentimiento hacia los que lo han lastimado.


Pero no nos engañemos, el aislamiento nunca lleva a nada positivo. Además, al vivir en un medio social, Mimulus puede ser presionado por sus familiares para que trabaje y se responsabilice más con las situaciones que la vida cotidiana conlleva. Pero él está dispuesto a renunciar a promociones laborales, empleos, relaciones afectivas, con tal de no afrontar. Si los argumentos y excusas no bastan seguramente aflorarán síntomas que garanticen la evitación, ya que obviamente sería demasiado inhumano obligar a alguien tan enfermo a la dura y competitiva realidad.

Entre las patologías más frecuentes se podrían citar las siguientes, aunque lo predominante sea la ansiedad en sus diversas manifestaciones: fobias, ansiedad generalizada, crisis de pánico, depresiones, úlceras, gastritis crónica, asma, psoriasis, etc.

El pesimismo y la negatividad impregnan toda la vida de Mimulus.. Otra característica es la preocupación y efectivamente, su mente esta pre-ocupada: literalmente ocupada por pensamientos anticipatorios que generalmente tienen que ver con temores.

Hechas estas matizaciones, conviene saber que la lección que según Bach ha venido a aprender Mimulus en esta de escuela de la vida es La Compasión.

Sin duda, después del análisis de personalidad precedente, podemos deducir que se trata de una lección eminentemente interpersonal. Pues no basta el sentir compasión por los demás viendo su sufrimiento por la tele, sino que necesita vencer parte de sus bloqueos y comprometerse activamente con los demás. Para ello deberá superar parte de su timidez, salir de su aislamiento, y tender una mano sincera, generosa y decidida hacia los demás. Sólo así podrá Mimulus crecer espiritualmente. Y la esencia floral Mimulus guttatus lo ayudará en este camino.

Extrato de escrito de Ricardo Orozco, Terapeuta Floral.



Cristian Vera Godoy
Coach de Vida
Terapéuta Floral
Consultas en persona y on line
xitanvera@gmail.com

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